domingo, 27 de mayo de 2012

Contaminación en La Oroya (Perú)



Hoy por la mañana mientras tomaba desayuno y leía las noticias, me daba cuenta de que la ignorancia puede llegar a ser nuestra condena. Luego de años de operar de la minera Doe Run, miles de trabajadores aun insisten en reabrir la muy cuestionada refinería en La Oroya. Para los que no están al tanto de la problemática, es una ciudad de la parte central del Perú, capital de la provincia de Yauli en el departamento de Junín. POr años a operado la refinería estatal de CENTROMIN PERU, pero en 1997 es vendida a la empresa americana DOE RUN con el compromiso de bajar los niveles de contaminación por los que pasaba. Sin embargo, al margen de mermar la contaminación a crecido, al nivel de ser una de las ciudades mas contaminadas del mundo junto a ciudad de México que ocupa el primer lugar.

Las personas que viven en la Oroya no solamente están contaminadas con plomo, sino también con cadmio, arsénico, bióxido de sulfuro y así sucesivamente. La Oroya, es la ciudad más contaminada del Perú, probablemente también del mundo; sufre una contaminación genocida.
Si alguien ha viajado de Lima a Huancayo en el centro de los andes, atraviesa la ciudad de la Oroya situado sobre la verdadera superficie lunar, donde no se observa una hoja de árbol y las montañas que la rodean están desprovístas de vegetación, este espectáculo no es el resultado de una anomalía geológica, sino que allí se halla la más grande refinería de plomo, cobre y zinc que contamina de propiedad de Doe Run, cuya sede central se halla en el estado de Saint Louis Missouri. Por esta contaminación la población está en una crisis de salud de proporciones trágicas. Casi todos los niños que viven en la ciudad de la Oroya tienen altas concentraciones de plomo en su sangre y la mayoría están enfermos de bronquitis y deficiente desarrollo generados por los gases tóxicos eliminados por la fundición, de capital norteamericana.
Las emisiones gaseosas que emiten la refinería en los andes centrales origina también la lluvia ácida, contaminan los ríos con zinc y arsénico, creando generaciones de personas enfermas, afirmaron organismos no gubernamentales y la comunidad de la Oroya en una conferencia minera en Lima.
Esta historia es muy conocida por muchos, hay bastante información en la web, pero lo mas lamentable es que los mismos pobladores de La Oroya vienen exigiendo al gobierno de turno que vuelvan a reabrir  la planta, la cual lleva tres años paralizada, con la justificación que es la única fuente de generar ingresos a las familias. Hasta la fecha de hoy no conozco una empresa minera que sea 100% por cierto cuidadosa con su trabajo, que el llamado "progreso" no traiga delincuencia, deshumanización, mayores conflictos sociales. Creo que la ambición del hombre debe ser espiritual que lo material,  la lucha por el oro ya lo vivieron paises como EEUU, paises de Europa y en ninguno de ellos los ha llevado a una mejor calidad de vida. Todos culminaron en conflictos, en muertes, en destrucción de sus suelos. 
Hay muchas organizaciones que buscan rescatar La Oroya, una de ellas es http://salvemoslaoroya.org. Les sugiero que nos unamos a la lucha, y preservemos lo nuestro, que es lo mas valioso que tenemos, nuestros rios, nuestra selva, nuestro bienestar está primero que todo.

viernes, 25 de mayo de 2012

China prepara su ecociudad


China es es muy conocida por ser ahora una de las más grandes economías mundiales, también es conocido por su mano de obra sumamente "barata" (la mayoría de las grandes empresas americanas y europeas tienen terciarizado su proceso de producción en este país), además es conocido por sus trenes de alta velocidad. Cada año unos quince millones de chinos abandonan los pueblos rurales para iniciar una nueva vida en la ciudad. Este gigantesco éxodo ha provocado que cada año se levanten unas 20 nuevas ciudades en el país.
Hace poco más de un año que se celebró, por todo lo alto, la ceremonia de la primera piedra de la ecociudad de Tianjin, impulsada conjuntamente por los gobiernos de China y Singapur al más alto nivel. Esta primera ciudad ecológica se está construyendo a 150km al este de Beijing, se estima que para el año 2020 30km2 sean el hogar de 350mil chinos con conciencia ecológica.La ciudad está concebida para reducir las distancias entre la oficina y el hogar, y atraer empresas que produzcan carbono natural a la ciudad. La meta principal que tiene esta ecociudad es producir 20% de electricidad a traves de energía renovable y para ello pretenden instalar grandes paneles solares alrededor de toda la ciudad, también el uso de termas solares para todos los edificios. Una nueva alternativa utilizando mucha innovación muestra China, y que muchos podemos seguir como ejemplo.

domingo, 22 de abril de 2012

Reciclando aceite de cocina (Haciendo Jabón)

Cuando leí un artículo en un diario local acerca de  la entrega de un premio por cuidado ambiental, me llenó de mucho  gusto que personas como Francisca Espinoza y Miuki Barriga buscan preservar este mundo, y me inclinó a buscar mayor detalle de cómo se hace jabón en base a aceite de cocina, a la fecha debo mencionar que siempre que me meto a la cocina (aparte de comer también suelo cocinar jeje) siempre me ponía a pensar qué hacer con ese aceite que quedaba en el sartén y que luego simplemente lo tiraba al fregadero, y ocasionalmente, muy ocasionalmente lo absorbía con un trapo y luego lo echaba a la basura...
Pero bueno, ahora puedo publicar algo que me dará mucha satisfacción y que lo pondré en práctica lo mas pronto posible..
Ingredientes e implementos.
- Guantes quirúrgicos
- Cuchillo de cocina
- Un envase que sirva para molde
- Una jarra medidora
- Una olla y una cuchara de madera.
- Dos envases de pintura bien limpios
- Una toalla
- Una bandeja y una cuchara de metal
- 1.6 lt de agua
- Soda caústica
- 1.6 lt de aceite de cocina (el material a reciclar). También se puede utilizar manteca vegetal o de cerdo.
- 7.5 ml de aceite aromático
- 8 gotas de colorante de pastelería.
Procedimiento para elaborar el jabón casero
Paso 1. Medir el agua y agrear a la olla 1.6 lt.
Paso 2. Calentar el agua de la olla pero sin hervirla.
Paso 3. Echar el agua caliente en uno de los envases de pintura.
Paso 4. Ahora colócate los guantes y con MUCHO CUIDADO vierte la Soda Caustica en el envase de pintura que contiene el agua caliente.
Paso 5. Mueve el agua caliente hasta que se disuelva la soda caustica. Esto lo debes realizar con mucho cuidado.
Paso 6. Como el agua está en estado líquido no necesita disolverlo. En caso de usar manteca debemos derretirlo en una olla caliente.
Paso 7. El aceite disuelto, échalo en el otro envase de pintura vacío.Y con mucho cuidado mézclalo con el envase que contiene el sodio caustico.
Paso 8. Agrega al contenido mezclado las gotas de color y el aceite aromático, y mezclar.
Paso 9. Echar la mezcla en el molde.
Paso 10. Esperar 30 minutos y de existir aceite, sacarlo con la cucharita de metal.
Paso 11. Luego pasar a cortar con el cuchillo en trozos separados (darle la forma de jabón).
Paso 12. Mucha atención, este jabón aun no se puede tocar con la mano, hay que envolverlo con la toalla, alejarla de acceso a los niños y esperar un 7 días, para tocarlo con las manos y empezar a lavar.
Aquí dejo un link de interés de donde me basé.

martes, 13 de marzo de 2012

Cultura del consumo

Casi todo lo que compramos no es esencial para nuestra supervivencia, ni siquiera incluso para las comodidades humanas básicas, sino que está basado en el impulso, la novedad, un momentáneo deseo. Y hay un precio oculto que nosotros, la naturaleza y las futuras generaciones tendremos que pagar por todo ello.
La mayoría de las personas con quienes hablo hoy día saben que la humanidad está haciendo un daño terrible sobre los sistemas de soporte vital de nuestro planeta, que nos proporcionan aire y agua limpios, suelo y biodiversidad.
Pero al mismo tiempo se sienten tan insignificantes entre 6,2 billones de personas que cualquier cosa que puedan hacer para aligerar nuestro impacto sobre la naturaleza parece trivial.
A menudo me preguntan: ¿qué puedo hacer yo?
Bueno, ¿qué tal si nos fijamos en nuestros hábitos de consumo?
Hace no mucho tiempo, la frugalidad y sencillez se consideraban virtudes. Pero ahora dos terceras partes de nuestra economía están basados en el consumo. A ésto no se ha llegado por casualidad.

El mercado de valores se hundió en 1929 desencadenando la Gran Depresión que sumió al mundo en terribles penurias.
La segunda guerra mundial fue el catalizador de la recuperación económica. La enorme base de recursos de América, su productividad, energía y tecnología se pusieron al servicio de la guerra y pronto su economía iba sobre ruedas. Con la victoria inminente, el consejo de asesores económicos del presidente se vio obligado a buscar la manera de transformar una economía de guerra, para la paz.

Poco después del fin de la guerra, el analista de mercado Víctor Lebow expresaba una posible solución: "Nuestra economía, enormemente productiva, exige que hagamos del consumo nuestro estilo de vida, que convirtamos el comprar y utilizar bienes, en auténticos rituales, que busquemos nuestra satisfacción espiritual, la satisfacción del ego, en el consumir... necesitamos que se consuman cosas, se quemen, se sustituyan, y se tiren, todo ello a un ritmo cada vez más rápido".

El consejo de asesores económicos del presidente Eisenhower declaró: "el propósito último de la la economía americana debe ser el producir más bienes de consumo." No una mejor atención sanitaria, educación, vivienda, transporte, ocio, o menos pobreza y hambre, sino abastecer de más y más cosas a los consumidores.
Cuando las cosas se diseñan para que estén bien hechas, y sean duraderas, llega un momento en que los mercados se saturan. Para lograr un mercado sin fin se introduce la obsolescencia rápida (pensemos en coches, ropa, ordenadores...) Y con lo desechable, cuando un artículo se usa una vez y se tira, el mercado nunca alcanzará la saturación.

Pero los productos de consumo no se crean de la nada. Proceden del material de La Tierra, y cuando ya no sirven serán devueltos a ella como basura y residuos tóxicos. Hace falta además energía para extraer la materia prima, procesar, fabricar y transportar esos productos; mientras el aire, el agua y el suelo se contaminan en muchos puntos del ciclo vital de un producto. En otras palabras, lo que consumimos tiene efectos directos sobre la naturaleza.

Y además hay costos sociales y espirituales. Allen Kanner y Mary Gomes escriben en "The All-Consuming Self": "La compra de un producto nuevo, especialmente uno de los caros como un coche o un ordenador, típicamente produce un inmediato estallido de placer y plenitud, y generalmente proporciona estatus y reconocimiento al comprador. Pero, a medida que la sensación de novedad se desvanece, el vacío amenaza de nuevo con volver. La solución habitual para el consumidor suele ser centrar su ilusión en la próxima y prometedora compra."

Al final, es algo que va más allá del placer o el estatus: comprar cosas se convierte en una exigencia imposible de saciar. Paul Wachtel escribe en "La pobreza de la Riqueza": "Tener más cosas y más nuevas cada año se ha convertido no ya en algo que queremos, sino algo que necesitamos. La idea de una mayor y siempre creciente abundancia se ha convertido en el centro de nuestra identidad y seguridad, y quedamos atrapados como el adicto lo está por su droga. Nuestra identidad primaria se ha convertido en ser consumidores, no madres, no maestros, no agricultores, sino consumidores...La forma principal en que nuestro valor es medido y demostrado, es de acuerdo a cuánto contribuimos con esta flecha dorada del consumo(el corazón de este sistema).

Casi todo lo que compramos no es esencial para nuestra supervivencia, ni siquiera incluso para las comodidades humanas básicas, sino que está basado en el impulso, la novedad, un momentáneo deseo. Y hay un precio oculto que nosotros, la naturaleza y las futuras generaciones tendremos que pagar por todo ello.

Cuando el consumo se convierte en la razón misma para la existencia de las economías, nunca nos preguntamos "¿Cuánto es suficiente?", "¿Para qué necesitamos todas éstas cosas?", o "¿Somos un poco más felices?". Si analizamos un poco, ahora tenemos mas cosas como nunca antes, sin embargo los estudios muestran que la felicidad nuestra esta cayendo. La felicidad alcanzó su pico mas alto en los 50's al mismo tiempo que esta manía por el consumo explotó. Buena coincidencia!!!

Tenemos mas cosas, pero tenemos menos tiempo para aquello que realmente nos hace felices: familia, amigos, tiempo libre. Estamos trabajando mas duro que nunca, muchos analistas dicen que tenemos menos tiempo libre ahora que en los tiempos feudales.
¿Saben cuáles son las dos principales actividades que llevamos a cabo en nuestro escaso tiempo libre? mirar TV y comprar. En la ciudad capital, estamos en una ridícula situación en la que vamos a trabajar (a veces dos trabajos), vamos a casa nos desplomamos en nuestros sillones a mirar TV y los comerciales que nos dicen "das asco", entonces nos vamos al centro comercial a comprar algo para sentirnos mejor, despues nos vamos a trabajar mas, para pagar las cosas que acabamos de comprar, y llegamos a casa mas cansados, entonces nos sentamos y miramos mas TV y nos dice que vayamos al centro comercial otra vez...y estamos en la loca rueda de trabajar mirar gastar...

Nuestras decisiones personales como consumidores tienen repercusiones ecológicas, sociales y espirituales. Es hora de re-examinar algunas de las ideas más profundas que subyacen detrás de nuestros estilos de vida.

lunes, 9 de enero de 2012

Contaminación de aguas por la minería

"Soy bambamarquino, me acuerdo cuando niño nos bañábamos en el río maygasbamba, luego tirábamos nuestro anzuelo y pezcabamos unas truchas había también otras especies, ahora esa es la fotografía de la irresponsabilidad minera y su gente en extrema pobreza con niños con desnutrición crónica..."

Una de las heridas aún por cerrar en la convulsionada relación entre la mineríay la población de Cajamarca es Hualgayoc. En esta provincia existen 1.237 pasivos ambientales (relaveras, bocaminas, instalaciones en desuso) de oro y cobre que, pese a que fueron abandonados hace más de 20 años, todavía siguen contaminando la poca agua que beneficia a unos 16 mil pobladores y los hermosos paisajes que rodean a estas comunidades, ubicadas a dos horas y media de Cajamarca.
Debido a esta situación, y a la falta de agua en el distrito de Hualgayoc, los pobladores han tomado mayor conciencia sobre su problemática. Al ser un pueblo minero, en Hualgayoc nunca se habló de remediación, salvo ahora que parece una palabra de moda a raíz de que el Estado desarrolla algunos trabajos para impedir que siga avanzando la contaminación.
Así lo entiende Walter Marlon Medina, de 33 años, teniente gobernador de la localidad de La Tahona. Para llegar a su casa, a escasos 20 minutos de Hualgayoc, existen dos caminos. Ambos tienen a sus costados pasivos ambientales que no solo reflejan la agonía de la tierra, sino que todavía sangran minerales desde su interior, ya que no han sido clausurados: de una bocamina abandonada hace más de 30 años brota agua de un color cobrizo, como si se tratara de un jugo de naranja grumoso.
Él cuenta que esa agua muchas veces la utilizan para regar sus tierras y que incluso la gente más necesitada la consume cuando llega ‘más limpia’.
“Mucha gente aún camina descalza sobre esa agua. Los dueños de minas artesanales como Santa Marta y Los Negros se fueron y nos dejaron este problema. Ojalá se solucione pronto”, sostiene Walter, representante de 350 familias de La Tahona.
SITUACIÓN DIFÍCIL
Para el subgerente de Medio Ambiente de la Municipalidad Distrital de Hualgayoc, José Napoleón Gutiérrez, la problemática medioambiental representa una bomba de tiempo para el distrito. Esto, sostiene, debido a que la gente urge de mejorar su calidad de vida, de tener los servicios mínimos; una situación que no han logrado, pese a ser desde hace 240 años un centro minero por excelencia.
En Hualgayoc no hay agua potable, tampoco hospitales. Si bien el líquido llegará pronto gracias a la inversión de la comuna y la empresa privada, todavía la gente recibe agua en camiones-cisterna. Eso sí, tienen una plaza de toros importante.
“Existe mucha expectativa por la remediación, pero también mucha presión de las poblaciones donde existen relaveras. La gente sabe que su agua está contaminada, ya que hay niños hasta con tres tipos de parasitosis. Queremos que se haga bien y pronto, no como hace dos años que mandaron al río más de 70 toneladas de relave. Por ejemplo, ese material contaminante cayó a la cuenca Hualgayoc Arasgorgue, que va al río Llaucano y que llega hasta el río Marañón. Si no se hace algo pronto, esto podría degenerar en un conflicto social”, refirió el funcionario.
MANOS A LA OBRA
El Fondo Nacional del Ambiente (Fonam) se encarga de la ejecución de algunas obras de remediación en Cajamarca.
Por lo pronto, cinco depósitos de relaves en la zona de El Dorado (ex Banco Minero del Perú) ya se hicieron y ahora están en trabajos de mantenimiento. Asimismo, se instalaron 100 mil plantones de pinos.
Ellos también realizaron el inventario de los más de 1.200 pasivos ambientales en la zona, la mayor parte en Cajamarca, el mismo que necesitaría de una inversión de US$25 millones para los trabajos de remediación.
Para el segundo semestre de este año se espera que intervengan en más de 119 pasivos ambientales (en La Tahona y El Dorado), con un presupuesto de S/.10 millones.
Si bien estos trabajos demuestran que hay un interés por solucionar el problema, aún el trabajo representa poco para las comunidades que, como dice el propio alcalde de Hualgayoc, Ismael Becerra, viven sobre un banco de oro, pero a duras penas pueden tener agua limpia en sus casas y en sus tierras.
LAS CIFRAS
120
mil personas viven en la provincia de Hualgayoc, cuya capital es Bambamarca. En el caserío de Hualgayoc viven 5.148 habitantes.
18
Litros por segundo es lo que capta la planta de tratamiento de aguas ácidas de la quebrada de El Sinchao.


martes, 3 de enero de 2012

Diecinueve años de Yanacocha y los cambios en el rostro de Cajamarca

1992
Lo que se ganó y se perdió. La ciudad se triplicó en extensión y población. El parque automotor igual, al punto de ocasionar caos vehicular.
Ocho universidades particulares llegaron junto con Saga y Metro... Pero, el 40% de valle ha desaparecido, hay racionamiento de agua, crece la prostitución, y campea la delincuencia. El cambio empezó en 1993 con la desaparición de la laguna Yanacocha.
Elízabeth Prado.
2006
Don Víctor Campos Ríos, panadero y fotógrafo octogenario de la céntrica calle Comercio, aún extraña su natal Cajamarca, la que colindaba con la campiña a dos cuadras de la Plaza de Armas. Aún hoy le es difícil aceptar que este lindero se encuentre ahora a dos kilómetros de la Plaza Mayor.
"El río San Lucas separaba a Cajamarca del valle. Hoy atraviesa el centro de la ciudad. Hemos perdido el 40 por ciento de nuestras campiñas", se lamenta mientras observa las fotografías tomadas a fines de la década de los ochenta.
Por esos años, recuerda melancólico don Víctor, sólo existía la panadería "La Estrella de Basilio Campos", su padre, montada ochenta años atrás. Ahora hay veinte negocios similares.
Hasta el año 1995 la antigua ciudad de Cajamarca apenas contaba con tres automóviles para el servicio de taxi, y los carros particulares no pasaban de quince.
En la actualidad, la ciudad cuenta con ocho mil taxis, igual cantidad de mototaxis, y aproximadamente cuarenta mil autos particulares.
El panadero que se inició en la fotografía el año 1950 no oculta su entusiasmo por la masiva venta de teléfonos celulares, líneas de internet, no le molesta el arribo de tiendas como Saga, Ripley, y Metro. Esta es la parte positiva de la presencia de la actividad minera, piensa.
Su asentimiento por estos aprestos de modernidad no le impiden señalar los problemas que ha generado el abrupto y desordenado crecimiento de la capital nacional del carnaval.
"La mina ha generado miles de puestos de trabajo. Sin minería no se habría podido construir todo lo que hoy existe en Cajamarca. Pero ella también ha traído delincuencia, prostitución, tráfico intenso. Y si este desarrollo caótico continúa mi tierra se convertirá en una ciudad de otras costumbres", anota con preocupación.
El tema sensible de la contaminación minera no le es ajeno. "Seguramente hay contaminación, porque si no adónde va tanto insumo químico como el que utiliza la minera Yanacocha", refiere.
En cuanto al racionamiento de agua imperante hoy en Cajamarca, don Víctor cree que las autoridades no previeron el crecimiento poblacional ni planificaron cómo atenderlo. Se contentaron con la planta de tratamiento de agua construida hace treinta años. En este punto difiere con el Frente de Defensa Ambiental, para el que tal escasez se debe a la actividad minera que ha secado varios afluentes hídricos del río Grande, el principal abastecedor de agua para consumo humano en la ciudad.
TIPO DE DESARROLLO
"Aquí estaba la laguna Yanacocha, yo mismo la he conocido, estaba en el lado derecho de la vía Cajamarca-Bambamarca, y era muy grande, casi como la laguna El Perol. Ya no hay ni rastro de ella", dice Edgar Guevara Becerra, docente morador de Huambocancha Baja.
Su dedo índice apunta a una gigantesca pirámide de tierra rojiza ordenada en andenes cuyo perfil domina el paisaje. Es el lugar donde Yanacocha produjo su primera barra de oro yadonde arribó el ex presidente Alberto Fujimori para exhibirlo como el gran logro de su gobierno, en agosto de 1993.
Tres años después Yanacocha se consolidaba como la primera productora de oro en Sudamérica. Y Cajamarca empezó a experimentar cambios radicales: el comercio creció,las camionetas 4 x 4 inundaron sus calles y el número de hoteles se multiplicó... aunque también la vida se encareció.
En esta década, las grandes tiendas comerciales de Lima no tardaron en instalar sus filiales en el centro comercial El Quinde de Cajamarca. La cadena de tiendas de neumáticos  de Alfredo Pimentel acaba de hacerse presente con un gran cartel que dice: Ya llegamos.
En cuanto a la productividad de la empresa Yanacocha, ésta ha sido muy exitosa. El año en que inició sus operaciones, 1993, produjo 81,497 onzas de oro. Diecisiete años después, en el 2010, esta empresa obtuvo  1'471,620 onzas del metal precioso, según se consigna en su Memoria de Sostenibilidad. 
Pero el distrito La Encañada, donde está afincada, sigue siendo uno de los más pobres de la región.
PROSTITUCIÓN Y ROBOS
En una esquina de la calle Apurímac encontramos a Luis Quevedo Montoya, policía municipal del Concejo Provincial de Cajamarca. Él brega por evitar el comercio ambulatorio en el centro de la ciudad y en cierto modo cumple, pero lamenta no poder intervenir en la erradicación de la prostitución que se ha instalado en las calles Apurímac y El Batán.
"Esta actividad se realiza a cualquier hora del día y sus clientes son en su mayoría obreros de la mina. La policía municipal no puede hacer nada. De esto se encargaSeguridad Ciudadana y el Ministerio Público", precisa el servidor municipal.
"Los varones ya no pueden caminar tranquilos porque hasta en la Plaza de Armas son abordados por las meretrices ofreciéndoles sus servicios".
Quevedo Montoya explica que esta es una variable de prostitución clandestina callejera cuya tarifa varía entre 20 y 30 soles, pero también existe otra de un nivel más alto que suele anunciarse en los periódicos cajamarquinos como supuesto servicio de masajes.
Del crecimiento de la delincuencia puede dar fe la reportera gráfica de La RepúblicaSharon Castellanos, quien experimentó en carne propia los riesgos de transitar fuera del centro de la ciudad. A ella le sustrajeron su celular sin que lo notara.
"A diario atendemos aquí personas apuñaladas que no pueden comprar sus medicinas ni pagar su alta en el hospital", afirma Christa Stark, una alemana que llegó a Cajamarca hace 35 años y es la promotora de la Asociación Santa Dorotea, que apoya a personas con discapacidad.
"ES MANEJABLE"
"El crecimiento de una ciudad trae consigo cosas buenas y otras no tan buenas que hay que manejar", opinó el gerente de Responsabilidad Ambiental y Social de la minera Yanacocha, Luis campos Aboado.
Lo positivo es el crecimiento económico, el acceso a cosas que antes no había, las oportunidades de trabajo, recalcó el funcionario minero.
"Los aspectos negativos que acompañan al crecimiento urbano, hay que afrontarlos unidos", sostiene, y agrega que en este aspecto Yanacocha es un aliado de las autoridades locales. Puso como ejemplo la instalación de cámaras de vigilancia en la ciudad, con el dinero del Fondo de Solidaridad.
Pese a ello, Campos lamentó que las relaciones con el gobierno regional se hayan roto con elconflicto por Conga.
Y sobre la escasez de agua, el gerente de Responsabilidad Ambiental de Yanacocha dice que es un tema superable.
"El río Grande tiene suficiente caudal de agua. Ocurre que el Servicio de Agua de Cajamarca (Sedacaj) tiene limitaciones para captar todo ese caudal, solo acumula alrededor de 150 mil litros. Además, hay que considerar que la población ha crecido en los últimos años", arguye Campos.
EN CIFRAS
90,000 En 1993 la ciudad de Cajamarca tenía 90 mil pobladores. Al concluir el año 2011 bordea los 250 mil.
59%
De la región Cajamarca no tiene luz eléctrica, 26% está sin agua y hay 38% de desnutrición, según datos de Foncodes y el censo del 2007.